• Gestión Ambiental

    Gestión Ambiental del Albergue de Bolico.

     Introducción.

    A continuación se exponen todas las medidas implementadas para minimizar impactos ambientales de esta instalación.

    Todas estas acciones tienen como punto de apoyo la propia edificación. El máximo aprovechamiento de cada uno de los elementos que la integran dan forma al sistema de gestión ambiental  implantado en el centro.

     La estructura del edificio y su uso se convierten en elementos educativos que, por una parte, reducen al máximo los impactos ambientales en el Albergue y, por otra, sirven como modelo aplicable en otros lugares para el visitante.

     1. Las instalaciones: el Albergue de Bolico.

    El Albergue de Bolico, situado en la finca del mismo nombre, es en sí un ejemplo de instalación respetuosa con el medio. La nueva construcción se asienta sobre las antiguas dependencias de los medianeros de esta gran finca y respeta las estructuras y características del modo de construcción tradicional. La casa del último medianero constituye ahora el módulo central; la cocina del Albergue fue, en su momento, un estanque de riego y, por último, la estercolera y la cuadra se han convertido en modernas y confortables habitaciones.

     Esta remodelación del antiguo edificio, no sólo hace de ésta una edificación totalmente integrada en el medio, sino que además, su sistema de construcción ofrece una serie de ventajas a tener en cuenta.

     2. Sistema de gestión ambiental.

                A continuación, se exponen los aspectos básicos que conforman el sistema de gestión ambiental.

     2.1. Sistema de calentamiento del edificio.

    Aprovechamiento térmico:

    Sus gruesos muros evitan la pérdida de calor en los edificios, actuando como aislantes térmicos y acústicos. Durante el día, la incidencia de los rayos solares produce un calentamiento general del edificio que, gracias al eficaz sistema de aislamiento, queda acumulado en las dependencias originando una agradable sensación térmica, incluso en las noches más frías.

    Así mismo, el salón de usos múltiples dispone de una cristalera que también favorece la penetración de los rayos del sol, durante la mayor parte del día, proporcionando el consecuente calentamiento de dicho espacio.

    2.2. Gestión del agua.

    Reducción:

    El agua en Canarias es un bien muy escaso, un recurso imprescindible que debemos proteger y aprovechar. En este sentido el Albergue de Bolico cuenta con un dispositivo de ahorro en las cisternas de todos los inodoros de las instalaciones, que permiten la descarga de más o menos agua según las necesidades del usuario. Esta particularidad se destacará en los baños del edificio.

    Depuración biológica:

    Además, cuenta con un sistema de depuración biológica de aguas residuales. Las aguas grises y negras generadas en el Albergue, no son vertidas directamente al subsuelo ni a la red de alcantarillado, sino que se tratan y reutilizan en el mismo centro.

    El funcionamiento de este sistema consta de varias etapas:

    • La primera tiene lugar en una fosa séptica o biodigestor, donde se realiza una separación de grasas y la decantación de los elementos más pesados. Al estar herméticamente cerrada esta parte del sistema, se evitan los malos olores, al tiempo que se realiza una primera fase de depuración anaeróbica (es decir, la que llevan a cabo bacterias que no necesitan oxigeno).
    • En la segunda fase se hace pasar el agua por un filtro biológico. Se trata de un pasillo con un recorrido sinuoso relleno de picón, por el que el agua discurre lentamente. En dicho filtro hay varias especies de plantas acuáticas dispuestas de acuerdo a su capacidad de absorción de nutrientes y de algunos tóxicos disueltos.
    • Al final el agua es depositada en una charca abierta o zona de lagunaje, que contiene plantas acuáticas que finalizan el proceso de depuración, así como peces que mantienen controladas las poblaciones de insectos además de las algas y larvas (estas últimas pueden provocar obturaciones en los conductos).
    • El agua tratada ayuda a mantener un ecosistema de barranco (saucedas, junqueras…). Esta particularidad se puede llegar a destacar en la zona a través de una mesa interpretativa para exteriores. Además se resaltará cuando se muestre el equipamiento a los visitantes en el paseo de presentación de las instalaciones.

      2.3. Iluminación responsable.

    Reducción del consumo:

    Canarias es una de las regiones del planeta con mas horas de luz, sin embargo éste es un recurso generalmente infrautilizado en arquitectura.

    En el Albergue de Bolico, tanto la cristalera del módulo central como las claraboyas de baños y cocina, así como las ventanas de las habitaciones, están pensadas para maximizar el aprovechamiento de la luz natural en la mayor parte del día. Con este ahorro se intenta evitar un gasto innecesario de luz eléctrica. Las claraboyas, además de ser un eficaz sistema de iluminación, contribuyen en la ventilación natural del edificio.

    Todas las bombillas del centro deben ser de bajo consumo, con lo que se reduce aún más el gasto energético.

    2.4. Gestión de residuos.

    Separación de residuos:

    Uno de los parámetros que actualmente se utilizan para medir el nivel de desarrollo de una sociedad es su capacidad para reciclar. En el Albergue se llevará a cabo una separación selectiva de los residuos, para lo que se cuenta con la colaboración de los usuarios. Los residuos son llevados posteriormente a los contenedores de recogida selectiva más cercanos. Los desechos orgánicos de la cocina serán también aprovechados.  Formarán parte del montón de compost del huerto biológico. Además, después de establecer contactos con algunos vecinos del lugar, también pueden servir como alimento para sus animales (cochinos, gallinas, perros de caza….).

    3. Formando parte del ecosistema.   

    Todo este sistema de ahorro energético y reciclaje no es totalmente eficaz sin la colaboración de sus visitantes. Por ello, desde la llegada del cliente a las instalaciones se le invita a participar activamente con pequeñas actuaciones, que si se convierten en hábito son decisivas para la conservación del medio. Además, de este modo se hace partícipe al cliente de que es un integrante más del ciclo natural que ve desenvolverse ante sus ojos.