Teno: Naturaleza para disfrutar

  • Un tesoro natural que, tras años de aislamiento, se ha abierto al mundo

    En los últimos 30 años, en Tenerife, se ha producido un importante desarrollo de las vías de comunicación, además de un aumento considerable de la población y de un feroz crecimiento de la actividad turística. Teno no ha vivido ajeno a todo este proceso y este lugar, antaño alejado, desconocido e inhóspito, ha empezado a ser cada vez más conocido y visitado, convirtiéndose en un referente insular para la práctica de actividades en la naturaleza.

    Multitud de posibilidades para los amantes del contacto con la naturaleza

    Senderismo, escalada, descenso de barrancos, rutas ornitológicas, kayak de mar, buceo… son algunas de las actividades que podemos practicar en este territorio.

    Enclaves singulares

    Entre sus enclaves más singulares podríamos destacar el Barranco de Masca, el Monte del Agua, Teno Alto, Punta de Teno, las Cumbres de Bolico y las Mesetas de Abache, La Fortaleza o Guergues. Una amplia variedad de ecosistemas que nos permiten disfrutar de paisajes totalmente distintos en un territorio relativamente pequeño.

    Barranco de Masca

    El descenso del Barranco de Masca es una de las actividades más espectaculares. Caminar por este laberinto natural, rodeado de impresionantes paredes de unos 400 metros de altitud, hasta su pequeña playa de arena negra no deja a nadie indiferente. La salida en barco recorriendo los acantilados de Los Gigantes (o acantilados de Teno) es el broche final de la actividad. Este paseo en barco se realiza generalmente hacia el Puerto de Los Gigantes, complementado en ocasiones con actividades de avistamiento de cetáceos, aunque algunas empresas locales ofrecen la exquisitez de navegar hacia Punta de Teno, disfrutando de cada palmo del acantilado.

    Monte del Agua

    Conocer la laurisilva de El Monte del Agua, a través de sus múltiples senderos, es otra de las actividades preferidas por los senderistas que frecuentan la zona. Las Moradas, Cuevas Negras y Talavera son algunas de las rutas recomendadas para disfrutar de unos de los reductos mejor conservados de este tipo de bosque.

    Teno Alto

    En Teno Alto el tiempo parece detenerse. Tras ascender desde El Palmar y una vez alcanzada esta meseta, podremos reencontrarnos con nuestras tradiciones. El paisaje está salpicado de eras, tagoras, aljibes, casas-cueva, viviendas tradicionales, hornos de tejas y granjas de cabras. Las rutas etnográficas, en las que se muestran las costumbres locales, son su mayor atractivo. Se ofertan actividades en las que participan sus habitantes realizando demostraciones de salto de pastor, de fabricación tradicional de tejas, de elaboración de queso, etc.

    Cumbres de Bolico

    Recorrer las Cumbres de Bolico, caminando en la cresta de este especie de tejado a dos aguas, nos permite disfrutar de prácticamente todos los paisajes del macizo: de los barrancos encajados del sur y de las fértiles tierras del norte.

    Otros lugares singulares

    El resto del territorio nos brida multitud de espacios y de posibilidades para disfrutar de la naturaleza de este Espacio Natural Protegido. Punta de Teno y Los Carrizales son buenos ejemplos.

    Para descubrirlo

    Hoy en día Internet y toda la información previa que manejamos de un destino antes de visitarlo, nos permiten recorrer fácilmente ese lugar por nuestra cuenta. Pero no cabe duda de que las particularidades de un territorio a veces se escapan a los ojos del visitante fugaz de ese espacio. Precisamente de esa tarea se encarga El Cardón educación ambiental, una empresa de ecoturismo y medioambiente que intenta acercar las singularidades de Teno a todos sus visitantes.