• Climatología y Geología

    UNA ALINEACIÓN DE MONTAÑAS QUE CONDICIONA EL CLIMA

    La cordillera Cruz de Gala – Pico de Baracán delimita la Finca en dos, haciendo de divisoria climática
    Esta cresta, que forma parte de la dorsal de Abeque, actúa como frontera climática, separando la cuenca norte y sur de Bolico. La mitad norte está bajo el efecto de los vientos alisios del noreste, por lo que goza de un clima húmedo propio de las zonas de medianías del norte de la Isla. La mitad sur, que se sitúa a barlovento, es menos nubosa, más soleada y de clima más seco, y sólo en sus cotas más altas recibe tímidamente los restos de las nubes que se disipan al rebasar la vertiente.

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    Las temperaturas de la mitad norte suelen ser frescas, con unas medias anuales que oscilan entre los 15 – 16ºC en las cotas más bajas y los 13ºC de las cumbres, donde las mínimas pueden ser muy inferiores. Las temperaturas de la cuenca sur son bastante superiores, con una media anual de unos 18ºC y máximas por encima de los 25ºC.

    El volumen de las precipitaciones para Las Portelas nos ofrece una media anual de unos 586 mm, siendo el mes de diciembre el más lluvioso. En las zonas altas de la Finca los valores de las precipitaciones son mucho más elevados, debido a su continua exposición a la influencia de los alisios, que depositan la lluvia horizontal en la vegetación de estas cumbres, sobre todo en el período estival. Por otra parte, los valores para la cuenca sur son muy inferiores, por debajo de los 200 mm anuales.

    TERRENOS DE UN VIEJO MACIZO

    Bolico forma parte de uno de los territorios más antiguos de la Isla
    El macizo de Teno, cuya edad, aproximadamente, se cifra en unos 7 millones de años, es una de las tres partes más antiguas de Tenerife. La actividad volcánica que hizo que los primeros puntos de la Isla emergieran sobre el mar debió de iniciarse en el Mioceno, cuando se formaron las primeras cordilleras: la dorsal de Anaga, la de Abeque (Teno) y el Macizo del Roque del Conde – Pico de Imoque.

    Los materiales iniciales de Teno están sepultados bajo el edificio Carrizales – Masca, que constituye el grueso del Macizo, alcanzando densidades de unos 600 m. Este edificio, que conforma las cumbres de Bolico, está formado por una sucesión continua de coladas muy soldadas entre sí, a modo de tejado a dos aguas que vierten por el SO hacia el mar y por el NE hacia la isla baja de Buenavista.

    La Finca de Bolico es la cabecera del actual Valle de El Palmar y está constituida principalmente por materiales sedimentarios de ladera. Así, conforme se asciende por la Finca, la pendiente va aumentando hacia los laterales y nos acercamos a los escarpes de la series iniciales de creación del Macizo (sendero: Cumbres de Bolico). En las zonas de pronunciada pendiente, debido a los efectos de la erosión, los materiales están muy transformados. Se trata de paredes basálticas de las primeras series, las cuales conforman la mayor parte del Macizo. Por la vertiente norte los afloramientos de estos materiales son pequeños en comparación con las cantidades que se aprecian desde Masca, Juan López o Los Carrizales. La cara sur de la Finca constituye la cabecera de enormes barrancos con una serie de elementos de especial interés, tales como numerosos diques, roques y pitones, donde resalta la silueta del majestuoso Roque Tarucho. En la zona de cumbres de la Finca, a 1.354 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el puntoTras esta actividad eruptiva inicial, tuvo lugar un largo período erosivo que fue desmantelando el Macizo. Esto permitió el afloramiento de una intensa red de barrancos que, a medida que fueron siendo erosionados, se convirtieron en profundas depresiones en forma de “V” (Barrancos de Masca, Los Carrizales, Cuevas Negras, etc.). También se formaron abruptos acantilados por la acción erosiva del mar, que hizo retroceder la costa.2

    Durante 4 millones de años este proceso fue alterando y transformando la mayor parte de la morfología del Macizo, hasta que en el Valle de El Palmar se reanudaron los episodios eruptivos, originándose el cono volcánico de la Montañeta de El Palmar. En esta etapa, situada entre los 1,5 millones de años y los 500 mil años, el cono formado cerró prácticamente el Valle y contuvo la mayor parte de los derrubios de ladera, producto del desmoronamiento del edificio antiguo. Éstos se fueron amontonando en la base de los escarpes de las montañas que rodean el Valle, constituyendo una especie de circo. Esta erupción cerró, además, las vías de salida para las aguas que arrastraban materiales de erosión más finos hasta el mar, por lo que se crearon pequeños depósitos en forma de lagunas.